Política Isabel Candela

12 noviembre 2006


Casi una victoria pírrica, sólo 51 de cada 100 estadounidenses decidieron que Bush debe continuar como Presidente


Tras cuatro años de tarea marcados por las derivaciones del 11 de septiembre y su contienda contra el terrorismo internacional. George Bush logró el respaldo suficiente en las elecciones para continuar al frente de la Casa Blanca. Pero la cosa no está como para tirar cohetes... el Partido Demócrata de EE.UU. ha recuperado la Cámara de Representantes después de 12 años. El control del Senado se decidirá en función del reparto de dos Estados: Montana y Virginia; pero se da por hecho que los demócratas controlarán las dos Cámaras y todo el Legislativo.
Estos resultados permitirán a la congresista demócrata por california Nancy Pelosi convertirse en la primera mujer que ejerce de presidenta.
Se trata de un serio estacazo para Bush, a quien no solo se ha castigado por sus carnicerías y torturas, sino también por la nefasta política económica que ha llevado a la crispación a muchos americanos de clase media. La gestión de Bush es desaprobada por seis de cada diez votantes, según una encuesta de ABC en News. Consecuentemente, los datos han decepcionado a Bush, quien ha querido recuperar la confianza de su país con un golpe de efecto: la destitución de su secretario de Defensa y arquitecto de la guerra de Irak, Donald Rumsfeld. El Presidente ya se lo “ha limpiado” y ahora aboga por una cooperación bipartidista con el próximo líder del Senado.
Por el contrario, Arnold Schwarzenegger, el gobernador más famoso del país seguirá al frente de California durante otros cuatro años tras lograr el 57,8% de los votos.
A parte de Nancy Pelosi, otras mujeres destacan en este ambiente como Hillary Clinton reelegida senadora y Claire McCaskill, que le dio a su partido el escaño de Misuri, decisivo para el control del Senado.