El ingenio humaniza al parlamento
Perfil autor
Luis Carandell (1929-2002)
Periodista español nacido el 24 de febrero de 1929 en Barcelona. Fue corresponsal durante mucho tiempo en Egipto, en el medio oriente, en Turquía, en el sudeste asiático y en Japón. Ha escrito además relatos y libros de viaje. Asistió a la guerra del Yom Kippur en el 73 y a la caída de Haile Selassie y la Revolución de los Claveles en el 74. Asimismo, formó parte de la plantilla de publicaciones ya míticas en el periodismo español. Tales son los casos de Cuadernos para el Diálogo y Triunfo. Una sección suya en esta última revista, Celtiberia Show, alcanzaría tanto renombre que los textos que la integraron fueron reunidos posteriormente en un volumen del mismo título. También trabajó como cronista en el Parlamento, informando sobre todo lo que ocurría en el hemiciclo. Entre sus escritos destaca: Vivir en Madrid, Los españoles, Se abre la sesión, Tus amigos no te olvidan, o Gracias y desgracias del Camino de Santiago y sus memorias, El día más feliz de mi vida. Finalmente falleció el 29 de agosto de 2002.
Breve resumen
Se trata de un libro recopilatorio de multitud de anécdotas sucedidas en el parlamento, a través de las cuales podemos conocer su historia desde las Cortes de Cádiz hasta hoy.
La obra de Carandell puede dividirse en dos grandes apartados. En el primero hace un repaso de las anécdotas más curiosas ocurridas en el parlamentarismo español desde la Constitución de 1812 hasta 1997.
Encontramos anécdotas de tipos muy variados y basadas en:
- empleo de frases “picantes” (“Un bastonazo”) pronunciadas con vehemencia, otras involuntariamente por confundirse al pulsar el botón de cierre del micrófono (“ manda huevos” del Sr. Trillo)
- rapidez en la reacción en las respuestas.(“El resbalón”, “El motín de las verduleras”, “Jaculatoria”, “Sánchez Guerra”)
- actitudes hiperbólicas (“Yo ministro de Marina”), situaciones ridículas y
humor absurdo (“Minoría compacta”).
La segunda, trata de grandes periodistas y escritores que fueron importantes cronistas, valorando fundamentalmente la vigencia de la crónica a pesar del paso del tiempo. Entre los grandes cronistas de ayer y de hoy cabe destacar a Don Benito Pérez Galdós, José Martínez Ruíz, Wenceslao Fernández Flores, Manuel Vicent o Francisco Cerecedo entre otros.
La obra de Carandell puede dividirse en dos grandes apartados. En el primero hace un repaso de las anécdotas más curiosas ocurridas en el parlamentarismo español desde la Constitución de 1812 hasta 1997.
Encontramos anécdotas de tipos muy variados y basadas en:
- empleo de frases “picantes” (“Un bastonazo”) pronunciadas con vehemencia, otras involuntariamente por confundirse al pulsar el botón de cierre del micrófono (“ manda huevos” del Sr. Trillo)
- rapidez en la reacción en las respuestas.(“El resbalón”, “El motín de las verduleras”, “Jaculatoria”, “Sánchez Guerra”)
- actitudes hiperbólicas (“Yo ministro de Marina”), situaciones ridículas y
humor absurdo (“Minoría compacta”).
La segunda, trata de grandes periodistas y escritores que fueron importantes cronistas, valorando fundamentalmente la vigencia de la crónica a pesar del paso del tiempo. Entre los grandes cronistas de ayer y de hoy cabe destacar a Don Benito Pérez Galdós, José Martínez Ruíz, Wenceslao Fernández Flores, Manuel Vicent o Francisco Cerecedo entre otros.
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